
“¿Mujica hace algo o es puro bla bla bla?”
“Por pequeña que sea la ventaja
que alguien nos saque
en hacernos progresar en la virtud,
hemos de darnos por satisfechos.” *
Lamentablemente no lo conozco personalmente, pero sí he flirteado con su aura, regada por cada una de sus palabras. Mujica ha sabido subir el “raiting” de la política con sus sabios aforismos y metáforas. Ha sabido imponer respeto a cuanto frente se enfrente, hasta el más liberal recula y se prepara bien antes de cuestionar sus propuestas, pero luego de tanto machaque, no me sorprende que se despierte esa interrogante, duda del tiempo de los laureles que define y enmarca al eterno espectador, de si “sophos” es sabio o embaucador.
Su palabra la sostiene con sinergía en cada paso, con su propuesta de trabajo, su economía, su patrimonio, sus manos con tierra, su amable fidelidad, su mascota, su panza y su austera sonrisa, por mencionar algunos de sus visibles movimientos. No me extraña que a unos les parezca que no hace y que decir no es hacer. Es propio de los medios el vaciar a cualquier fuente. Ese reclamo de tangibles que leo entre líneas debiera responderlo cada uno en su currículum… Su palabra se hace hecho tanto en él como en el que bien le lee, que lamentablemente no parece ser el que está cerca suyo.
Se ve que estamos en el momento en que se saturaron varios oídos y que haya que prestar atención a lo ya escuchado. Ya sabemos lo que ha dicho sobre el futuro, pero igual así en Uruguay se sigue consumiendo y celebrando la nostalgia. Quizás para que se haga visible su propuesta muchos debieran dejar de citarlo, dejar clichés de lado y encarar responsablemente hacia ese futuro incierto que no es hoy ni es mañana. Según la Ley N 9.914 Uruguay brindó apoyo a Finlandia en 1940 para darle una mano. Hoy escribo desde Helsinki.
Un presidente de un país tan chico no puede hacer mucho más que darle voz a su país, cosa que hacía falta y él está haciendo exitosamente ¡y con poesía! A todos nos gustaría que fuese un bombón quien dirija nuestro barco, pero es el viejo refunfuñón que todo uruguayo lleva dentro, que sin decirlo explícitamente -pues no es el capitán autoritario que muchos piden a gritos- nos invita a tomar los remos hacia mares de aguas dulces. Salvo que en este caso nos sorprendimos, pues nos salió más sabio, propositivo y jovial, y además esas aguas están más cerca de lo esperado.
Mujica es lo mejor que construyó el Uruguay en los últimos treinta años, es hora de dejar de hacer la plancha.
Felipe Ridao
* Extraído del “Mito de Protágoras”